Estudiando
Estudiar, a estas alturas del año y de la carrera, me parece un exceso. En serio. Debo confesar que a mí me gusta estudiar (las cosas que me interesan, claro, llámese Teoría de la Noticia, Teoría Democrática, Textos Política, Derecho de la Info...), pero en verdad que ya estando a días de diciembre, es demasiado. La dura que no me da más el cuero... que los años universitarios son los mejores, los más entretenidos, los más prolíficos y todo ese típico testamento, no lo cuestiono. Pero...¿cuántas neuronas perdemos en el camino, y no precisamente por culpa del copete? O sea, el exceso de cafeína estoy segura de que además de tener fatales efectos en el colon, el estómago y la presión arterial debe matar neuronas... ¡y la falta de sueño! Las noches sin dormir, dale leyendo, dale aprendiendo una cantidad impresionante de información de memoria (que me cuestiono si nos servirá algún día)... Estoy segura, segurísima, con esas certezas que a uno le caen como del cielo, que estos años universitarios me han potenciado el insomnio, cagado el estómago, dejado el colon irritable (y a mi misma algunas veces), aumentado la miopía y trastocado cualquier hábito sano de sueño que quisiera tener. De que lo he pasado la raja, no hay duda. He conocido gente fantástica, otra no tanto, he aprendido muchísimas cosas -como a que a veces soy la reina de las pastelonas por creerle a ciertas personas-, he carreteado, me he enamorado, desenamorado y so on... pero insisto: este ritmo no puede ser sano. ¿Qué piensan ustedes, es el estudio una fuente de muerte neuronal importante? ¿O la loca soy yo?