*** Rincón de los pEnSªMiEnTºS ***

Este es simplemente un rincón para botar esos pensamientos que a veces nos rellenan la mente y no tenemos dónde dejarlos... ¿por qué publicarlos? No sé, quizá puede servirle a alguien. Y de paso, puedo saber lo que piensan ustedes de lo que pienso yo. =)

16.3.06

Photographs & Memories


Últimamente he escrito puras cosas que hablan del futuro... qué voy a hacer, dónde voy a ir, qué será de mí, etc. Ahora, de puro antojadiza y porque se me ocurrió, voy a escribir de mi pasado, de las cosas que siempre recuerdo de mi infancia, de mi adolescencia, de todo.

- El primer beso: fue de esos que uno se da con un amigo, para ensayar. Teníamos unos 12 años. Era mi mejor amigo del colegio y nos dimos un beso furtivo en un pasillo para ver cómo era. Fue un buen beso, para ser el primero, aunque estábamos bastante preocupados de que no fuera a aparecer el inspector. Por supuesto, apareció.

- El nacimiento de mi hermano: cuando nació el Héctor, mi hermano del medio, mi papá me dijo que había nacido mi hermanito y que me había traído un regalo. Acto seguido me entregó una muñeca. Y lo peor es que me lo creí, aunque en realidad sólo tenía cinco años.

- Mi Abu: La mamá de mi papá se llamaba Leonor, y yo por alguna razón desconocida le decía mi Abu cotinina. Mi Abu era exquisita, espectacular, la recuerdo dándome algún dulce que sacaba de algún cajón o dejándome jugar con unas figuritas que tenía y con las que nunca dejó jugar a su único hijo, mi padre. Era una mujer muy hermosa, que dormía con los lentes debajo de la almohada para ver los sueños. Lamentablemente murió muy joven, antes que naciera el Héctor, y yo fui la única que la alcanzó a conocer.

- Los rulos del Nico: Mi hermano chico, el Nico, tenía cuando chico unos rulos exquisitos. Era un rulo con patas. Se distinguía entre todos los niños por su cabecita rulienta. Me encantaba jugar con su pelito, y él me dejaba. Después se lo cortaron y se acabó el sueño. Pero ahora que es grande cuando se deja crecer el pelo hay un amago de rulos, aunque no como antes. Pero al menos le puedo hacer limpieza facial, cuando me deja.

- El salón de belleza: Cuando yo era chica, mi papá me duchaba y me hacía un salón de belleza, que consistía en lavarme el pelo con mucho cuidado y peinármelo y enjabonarme y me hablaba como si fuera un gran peluquero... Era muy entretenido y yo me sentía importante. Además, en ese tiempo vivíamos en un edificio y al parecer compartíamos caldera, no sé, no recuerdo. Sólo sé que había un tipo que vivía más abajo que siempre alegaba porque el agua estaba helada. Entonces mi papá sacaba la cabeza por la ventana, le gritaba muy fuerte "alharacoooooo" y se escondía a reírse conmigo.

- Una Navidad triste: En general, sólo tengo buenos recuerdos de las navidades. Siempre lo pasamos muy bien, la entrega de regalos es muy entretenida. Pero una vez no fue así. Mi papá estaba enfermo y no hacía caso, no quería ir al doctor. Al final tuvo que ir mi abuelo a buscarlo, pero le dijeron que no era nada. Pero la noche antes de Navidad, tuvieron que irse de urgencia al Sanatorio Alemán, y ahí lo operaron de la vesícula. Fue una mala noche y la Navidad más triste que he pasado, porque sin mi papá nada tenía gracia.

- Pucón con mi mamá: A veces nos hemos quedado solas en Pucón con la mamá. Aunque todos juntos por supuesto lo pasamos espectacular, el estar sola con ella también es exquisito, porque podemos hacer todas esas cosas en que nuestros hombres -el Héctor, el Nico y el papá, hiperactivos por naturaleza- no nos acompañan: o sea leer, leer, leer, caminar, conversar de cosas nuestras, dormir juntas, echarnos frente a la chimenea a tomar un cafecito, escuchar música en francés o Schwenke & Nilo... es muy lindo.

- Hablar como guagua: Esto es en realidad algo que se mantiene hasta hoy. Con la mamá hablo como guagua a veces, pero con el papá es siempre. Sentarse en sus piernas o a su lado y hablar como guagua, sentirme chica de nuevo, es realmente espectacular. O tenerlo a él recostado en mis piernas y hacerle cariño en la cabeza porque él pide "mi caddiño". Precioso.

- El viaje a Europa: Fue el 2000 y no me voy a olvidar nunca. Fuimos la mamá y yo, las dos solas. Lo pasamos tan bien. Por supuesto que para mí lo más especial fue Francia, ver el Arc du Triomphe, ir a Louvre y pararme frente a La Liberté Guidant le Peuple... nos reímos mucho, lo pasamos increíble, conocimos mucha gente espectacular... Fue una tremenda experiencia, además que como con la mamá tenemos los gustos casi iguales en temas culturales, fue doble diversión.

- El día en que aprendí a nadar: No me acuerdo qué edad tenía, pero era chica, el Héctor era guagua. Vivíamos en una casa al lado del Estadio Español, y ese día el papá llegó del trabajo y me llevó para allá. Llegamos a la piscina y estaba cerrada, porque era tarde. Pero el papá saltó la reja y me pasó a mí. Nos metimos al agua, fue increíble tener la piscina -tremenda- sólo para los dos. Ese día, no sé cómo, aprendí a nadar. Fue muy lindo. Y cuando llegamos a la casa, mi mamá retó al papá porque yo ya me había bañado y me podía resfriar. Pero a nosotros no nos importó.

- Cuando me regalaron el auto: Fue para una Navidad. A los niños les iban a regalar una bici súper pro a cada uno, y para que la sorpresa fuera entretenida les vendaron los ojos. Sorpresa para mí cuando a mí también me tocó. Pero la mamá me dijo que era para que los niños no sospecharan, y yo me tragué el cuento. Salimos al patio, le sacaron la venda a los niños y sólo sentí un grito de ellos. A mí también me sacaron la venda y vi un auto delante mío, pero no atiné. En la oscuridad pensé que era el de la mamá, hasta que uno de los niños, al parecer el Nico, dio la voz de alarma. Ahí casi colapsé, lo miré a él, la cosa más bella, y me enamoré a primera vista. Ese mismo día nos dieron los pasajes a Cancún -el mío cortesía de mi querido padrino, tremendo regalo-, viaje memorable y en el que disfruté muchísimo.

- Salir del colegio: Aunque la fiesta fue entretenida y bailé toda la noche, lo que más recuerdo fue la ceremonia. Cuando me tocó subir a decir el discurso de despedida de los cuartos medios y el papá no lo sabía. Su carita de emoción y orgullo. Pero sobre todo después, cuando se subió a entregarme el diploma y me abrazó tanto y tan fuerte. Su amor, su calor, su cariño, su orgullo. Uno de los momentos que más recuerdo en la vida.

- Un paseo a la playa: Corría el 2003 y aunque yo no quería ir al paseo a la playa de la Universidad, al final fui igual. Y fue un gran acierto. Ahí conocí a Gonzalo -más conocido como el Osito- y me enamoré. Al día siguiente nos pusimos a pololear. Fueron dos años maravillosos, y aunque ya no estamos juntos, es un tremendo amigo.

- Orlando: El viaje a Orlando fue espectacular. Los niños y yo lo pasamos increíble. Toda la familia, por supuesto, pero nosotros tres gozamos como enanos los juegos (aunque en realidad creo que el papá disfrutó tanto como nosotros). Fuimos a todos lados, nos subimos a todos los juegos, nos reímos, nos mareamos en algunos juegos, compramos recuerdos... es un gran recuerdo.

- La Manchi: Nunca me han gustado los perros, la verdad. Por eso cuando el papá llegó con una perrita guagua de regalo de cumple para el Flaco, me negué a conocerla. la mamá estaba enojada, porque tampoco quería un perro en la casa. Pero cuando entré a la cocina y la vi, una siberiana preciosa y chiquitita, me derretí. Hasta el día de hoy cuando la veo no puedo sino hacerle cariño y amarla. La Manchi Manchi es maravillosa.

- Las trenzas: Cuando era chica tenía el pelo eterno de largo y cuando amanecía era un martirio desenredarlo, con todos los rulos que tenía. Entonces me iba a dormir con trenzas, para que no fuera tan atroz. Lo rico era que el que me peinaba con toda la paciencia del mundo y después me hacía las trenzas era el papá. Tenía una paciencia con mi pelo, y me hacía mucho cariño.

Hay muchas cosas más. Cuando conocí a mis amigas, más paseos, más amores, más cosas con mis hermanos, podría escribir horas. Pero ahí tienen una muestra de los grandes momentos que atesoro fuertemente en mi corazón. Ay, me puse melancólica. Mejor termino aquí.

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